Jorgito cruzó la frontera siendo todavía un niño.
Un niño grande lleno de poesía aún por descubrir. Las cosas que vio y que vivió en su nativa El Salvador le llevaron a hacerse poeta. Descubrió su verdadero talento escribiendo para niños. Y, como tantos, tuvo también su tiempo de parrandero ruidoso y mal borracho.
Dicen los que saben, que sembraba el terror en las calles de la Misión, en San Francisco, arengando policías en las esquinas o tratando de sacarle faenas de tauromaquia a los taxis en sus calles.
Dicen los que saben, que sembraba el terror en las calles de la Misión, en San Francisco, arengando policías en las esquinas o tratando de sacarle faenas de tauromaquia a los taxis en sus calles.
1 comment:
personaje extraordinaire....
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