Yo la miro subir despacio y subo, también, por estas gradas refulgentes que en principio sé que habrán de conducir hacia otro piso de amplias galerías. Soy consciente que mi función no es juzgar; es tan sólo mostrar cómo se llega de A hasta B sin interrupciones y sin embargo me dejo llevar por la tentación enfermiza de mostrar, sin haber descubierto aún, el lado oscuro de las cosas; cosas tan simples como una ancha escalera de metal pulido, y sin pensarlo dos veces me entrego a ella con la disparatada intención del paparazzi...
2 comments:
A los fotógrafos, el mundo nos posee cuando presumimos que seremos nosotros los que lo poseeremos.
Mucha razón tiene Larraz...
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