¿Qué vieron los ojos aquél día?
Es posible que vieran tan solo el piso de la barca mientras se mece al vaivén del agua y con la mente quizá extraviada en asuntos menores como la comida, la plata para el alquiler, el remedio para la tos que aqueja al nene…
Es posible que los ojos se posaran de nuevo indiferentes sobre una vista tantas veces repasada y aprendida de memoria. La puta Basílica de nuevo sobre la antigua plaza y el músculo que una vez más debe cumplir a cabalidad lo que de él se espera...
Es posible que al pasar hubiera visto al fotógrafo, al pie del agua con su pesada caja, armatoste inútil con la que tantos ilusos tratan de aprehender vaya uno a saber qué…
*Vista positiva, sobre vidrio, hallada en un baratillo de pueblo en la costa inglesa.